Rehabilitar el antiguo convento de Santa Clara en el corazón de La Habana Vieja y relanzarlo como centro de formación en artes y oficios de restauración para Cuba y el Caribe, siguiendo la inspiración del historiador de La Habana Eusebio Leal: este es el objetivo del proyecto recién concluido, una colaboración entre la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana (OHCH), la Organización Internacional Italo-Latinoamericana (IILA), con el apoyo del MAECI y la AICS.
El trabajo del grupo multidisciplinar de arquitectos, ingenieros e ingenieras de la OHCH, que desde hace cuatro décadas hace resplandecer los edificios más emblemáticos de la ciudad colonial, no se detiene aquí. De hecho, gracias a la contribución de otras colaboraciones, los claustros siguen siendo transitados por personas que trabajan con el objetivo de restaurar todo el complejo monumental.
El convento de Santa Clara, fundado en el siglo XVII, es uno de los edificios coloniales más importantes de Cuba. Inicialmente centro de restauración y conservación fue transformado en Ministerio de Obras Públicas en los años 90. El edificio, muy dañado cuando fue recibido en 2012, ha sido restaurado con atención al detalle, recuperando los colores originales de las pinturas murales. El equipo que trabaja en el proyecto está compuesto en su mayoría por mujeres, una elección que no es casual. Como decía Leal, «las mujeres son como telarañas, capaces de gestionar varias tareas a la vez». Aunque muchas han estudiado o trabajado en el extranjero, ninguna quiere abandonar Cuba; su deseo es ver restaurado el centro histórico y honrar la memoria de Leal.
El nuevo Colegio Santa Clara reabrió oficialmente en abril de 2025 tras una larga y minuciosa restauración del primer claustro, y ahora se ha convertido en un centro de formación especializado en Cuba y el Caribe en el campo de la restauración y conservación del patrimonio. Italia ha estado al lado de la OHCH desde el inicio del proyecto. Gracias al trabajo conjunto, se han restaurado el Aula Magna y el primer claustro del Colegio. El proceso ha contado con la colaboración de numerosos socios internacionales, entre ellos la Unión Europea y la UNESCO.
«Hoy cerramos el proyecto del Colegio Santa Clara, pero la colaboración con el IILA y la OHCH continúa con la nueva iniciativa de rehabilitación de la Fundación Fernando Ortiz y el Centro Cultural Padre Félix Varela. Ambas iniciativas, la que ha concluido y la que acaba de comenzar, ofrecen una idea de la estrecha cooperación entre Italia y Cuba en el ámbito de la gestión integrada del patrimonio, con enfoques orientados a la sostenibilidad y al desarrollo local. La valorización del patrimonio, la promoción de las economías creativas y la contribución al desarrollo de las capacidades locales de gestión y planificación territorial son los valores que la cooperación italiana defiende y seguirá defendiendo», declaró Antonio Festa, director de la sede de AICS en La Habana.
En el Aula Magna restaurada, en el corazón del Colegio, se celebró la ceremonia de clausura del proyecto de cooperación italiana con la entrega de los diplomas del curso sobre restauración y rehabilitación de edificios históricos, el uso de las nuevas tecnologías y una introducción a las economías creativas. La formación, organizada por el IILA, fue impartida por profesores del Politécnico de Turín y de la Universidad de La Sapienza, en las aulas recién renovadas. Entre los profesores destacan nombres como los de las profesoras Donatella Fiorani y Maria Elena Corrado, de la Universidad de La Sapienza y del Instituto Central de Restauración, Amedeo Manuello, Erica Lenticchia y Paolo Piantanida, del Politécnico de Turín, y el arquitecto Augusto Chiaia, experto del IILA y director del proyecto.
El curso contó con la participación de 25 profesionales cubanos, entre arquitectos, ingenieros, restauradores y profesores, todos ellos comprometidos con la preservación y la valorización del patrimonio cultural de Cuba.
«Las conferencias del curso pusieron de relieve la importancia de la escuela italiana de restauración para nuestra formación, mostrando cómo la integración de técnicas modernas en los edificios históricos permite valorizarlos al máximo. Este enfoque se aplicará también al claustro 3 del convento, donde se fusionarán muros antiguos y arquitectura contemporánea, con el uso de nuevas técnicas y materiales», declaró Rebeca Berovides, ingeniera del Grupo de Inversión y Gestión del Patrimonio de la OHCH.
Con la conclusión del curso y del proyecto de cooperación italiana, el Colegio Santa Clara ha dado el primer paso en su camino como centro de excelencia para la formación en el sector de la restauración. La ceremonia final contó con la participación de autoridades italianas y cubanas y supuso el fin del proyecto de cooperación, que ha dado lugar a una infraestructura educativa única en su género.
El sueño de Eusebio Leal de transformar el convento en un espacio de formación en restauración finalmente se ha hecho realidad, tal y como él había previsto: un lugar donde «la luz se encuentra con el comercio indescriptible» del conocimiento y la cultura, para preservar y valorizar el patrimonio de Cuba y el Caribe.