El sábado pasado, en el aeropuerto de Milán- Malpensa, aterrizó el grupo de 37 médicos y 15 enfermeras cubanos que ayudarán a sus colegas italianos contra la emergencia del Coronavirus. Especializados en enfermedades infecciosas, llegaron directamente desde La Habana y en las próximas semanas trabajarán en los hospitales de campo establecidos por el ejército italiano en Lombardía, iniciando en los centros de salud de la ciudad de Crema.
La pequeña, pero enérgica Cuba muestra su extraordinaria solidaridad internacional, y lo hace de la manera más simple y concreta: ayudando en primera línea a un país amigo, Italia, en un momento de terribles dificultades.
No es sólo un gesto profesional – el alto rendimiento médico del sistema de salud cubano es conocido no solo en América Latina, sino en todo el mundo – pero también, y, sobre todo, humanitario. Es un gesto que resalta la importancia crucial de la cooperación entre nuestros países, ofreciendo a los italianos un punto de vista que habían olvidado durante décadas: el de los ayudados, y no el del que ayuda. En esta situación y después de tanto tiempo, nuestro país redescubre lo que significa estar realmente necesitado y no poder lograrlo solo. En un momento en que Italia se redescubre a sí misma en la unidad y la solidaridad, nos damos cuenta del inmenso valor que tiene una ayuda, un apoyo de parte de los que no están al borde del colapso y pueden ayudarnos, tendiéndonos una mano.
Y, que esa mano haya sido extendida por Cuba, es un gran orgullo para la sede AICS de La Habana. Es, para Italia, el más sincero reconocimiento del valor del trabajo realizado en estos años en esta isla. Para la Cooperación Italiana, esta manifestación de solidaridad es la prueba más concreta de la importancia y la eficacia de la estrategia del Gobierno italiano en esta región del mundo, porque mide la calidad de lo que hemos construido año tras año junto a nuestros socios cubanos, no solo en términos de impacto en el desarrollo del país sino también en términos de lazos construidos, fuertes y auténticos. Hoy más que nunca, lo que nos une a Cuba es un vínculo de solidaridad mutua, que encierra el significado profundo de la cooperación: el de hacer de la solidaridad, identificada como uno de los valores fundamentales y universales, la base en la búsqueda de soluciones globales.
Al agradecer de todo corazón a nuestros amigos cubanos y con la esperanza de que esta difícil situación se resuelva pronto y de la mejor manera posible, cito con gran admiración la declaración de uno de los médicos cubanos a su llegada a Italia plasmada en el periódico nacional Il Corriere della Sera:
«El miedo es parte del ser humano, todos tenemos miedo de algo. Pero este es precisamente el coraje: enfrentarnos a algo que nos da miedo. Cuando la vida está en juego, el miedo se deja de lado».
Mariarosa Stevan
Directora
Sede AICS – La Habana